martes, 6 de octubre de 2009

OH MI QUERIDO NENE…


¿Quien te dijo eso nene?
¿Quién te dijo que no podías ser notado?
¿Quién te dijo eso nene?
¿Quién dijo que no podías brillar?

Mira hoy quien eres, mira hoy lo que eres… Un verdadero principito, un verdadero niño sin domesticar…
Salías de paseo en busca de con quien jugar, salías de paseo en busca de con quién imaginar. La vida no importaba, tu vida era diversión, y la diversión no era diversión para ti, si no había con quién compartir la ilusión…

Cada noche antes de dormir, recuerdo que agradecías por la oportunidad que tuviste de ser feliz, quizás no te reconocían, el niño con el que hoy jugaste seguramente tu nombre habría olvidado al llegar la mañana, pero eso no te importaba, aún así jugabas como si se tratará de una eternidad.

¿Quien te dijo eso nene?
¿Quién te dijo que jamás podrías ser notado?
¿Quién te dijo eso nene?
¿Quién dijo que no jamás podrías brillar?

Hoy no eres el mismo nene que yo conocí, hoy no eres aquel nene al que sólo le importaba jugar… El niño que salía a buscar con quien imaginar cosas verdaderamente surrealistas, no existe; hoy sólo sale en busca de diversión, pero no la misma diversión hoy no te importa compartir ilusión, sólo recibir atención.

Ya no agradeces antes de dormir, hoy sólo lloras por el dolor que le causa a tu nene interno el verte sufrir, pero la verdad, amo verte llorar, amo verte sufrir. Cada una de tus lágrimas vale la pena para mí, eras el nene perfecto que todos querían amar, pero eso nunca te vasto y siempre quisiste más, deseaste ser como yo y te enseñe a serlo, no porque te quisiera a ti, sino porque quería verte sufrir.

Tu felicidad mi tristeza agobiaba, y todos los días a mi cabeza la misma pregunta regresaba ¿Cómo es posible que alguien sea tan feliz? Hoy eso ya no es así. Tu felicidad se ha ido, y es que aunque con una sonrisa fingida trates de aparentar bienestar, esas hermosas lagrimitas que de tus ojos caen delatan mi dulce verdad.

Amo verte sufrir, adoro ver esas lagrimas caer, deseo que cada día de tu vida te dula más que el anterior a tal punto que tu dolor sea mayor que el mío… Nene espero que no pienses que te quise lastimar, simplemente quería que alguien compartiera mi dolor…

Hoy ya no sufro más, tus moretones son mayores que los míos, tus risas son ya casi nulas y esa sonrisa que tanto daño le hizo a mi vida desapareció…

¿A quien le querías probar eso nene?
¿A quién le querías probar que podías ser notado?
¿A quien le querías probar eso nene?
¿A quién le querías probar podías brillar?

Dime nene quién fue, dime nene quiero saber, dime nene que con un beso quiero agradecer…

viernes, 18 de septiembre de 2009

BAILA, BAILA EN CIRCULOS V.


La llegada de la noche es suficiente para que esta niña salga, desafiante de las adversidades que le agobian, se le logra ver en los antros de moda, usando su lindo pero muy corto vestido morado.

Ella baila y baila, cree que con sus movimientos improvisados y sus miradas dulces/desafiantes, podrá conquistar al niño que desde una mesa la vigila, ella lo observa y le sonríe, trata de seducirlo, él sólo le voltea la cara al recibir el halago de tal niña que no deja de coquetear.

Ella sin comprender lo que pasa doblega sus fuerzas y aplicando una nueva estrategia, coquetea con otros niños, con el único objetivo de que su presa venga por ella y la convierta en presa del amor… Pero esto no sucede, el niño sigue sin interesarse en la bella violeta, bella pero sin olor, esta niña ya perdió su fragancia, al menos para este niño que tiene meses de seguirla y analizar la diversión con la que ella disfruta jugar.

La niña no comprende, no entiende lo que ocurre… Para ella todo era posible y nada era difícil, que es lo que ahora sucede que no puede con un simple mortal, ella con sus mitológicos encantos no logra seducir aquel que de gusto se ve no entender.

Interesada la niña cada vez más en aquella posesión que no logra obtener, se ofusca y se pregunta el por qué alguien no la puede querer, ella es tan hermosa que una escultura a base de las piedras más raras le resultaría ofensivo. No aguanta más la intriga y siente que se debe de acercar y hacerlo confesar, quizás sus encantos sean una mejor arma si se está más cerca, así que lo hace y con un hola como estás lo saluda.

Te importa le responde él.

La verdad no, le murmura ella. Lo que si me importa es saber por qué no estás hipnotizado con mi belleza, le pregunta de manera desafiante.

El sólo vuelve a ver el vestido morado de ella y le dice: Lo que tu crees que es tu belleza, no lo es, eso no es más que el disfraz de puta, que usas por miedo a ser lastimada, y la verdad a mi no me interesan las putas.

Después de un momento de silencio, ella se marcha nuevamente a la pista de baile, sólo para volver a su rutina de baile y seducción que nunca le dará la felicidad que busca…